miércoles, 17 de octubre de 2012



El Rey D. Alfonso XI. (El Justiciero)

D. Alfonso XI nació en Salamanca el 13 de Agosto del 1311, fue hijo de D. Fernando IVy bisnieto de D. Alfonso X el sabio.

Muerto su padre D. Fernando IV en 1312. La tutela la asumió su madre Doña Constanza. Los infantes D. Juan tío abuelo del Rey, y D. Pedro tío del Rey, formaron una regencia hasta su mayoría.

Tras la muerte de su madre (18 de noviembre 1313), asumió la tutela su abuela Doña María de Molina. Como consecuencia de un campaña militar en Granada mueren Don Juan y Don Pedro, quedando como única gerente Doña María de Molina hasta su fallecimiento el 1 de Julio 1321.

Tras la muerte de los regentes, en 1319 el Infante Don Felipe hijo de D Sancho IV y de María de Molina y hermano de los fallecidos Don Juan y Don Pedro, dividieron el reino con motivos de sus aspiraciones de la gerencia, mientras eran saqueados por los moros y nobles levantinos.

Alfonso XI, cuando llego a la mayoría de edad con quince años ejerció la regencia en el 1325. Comenzó un trabajo laborioso en pro del fortalecimiento del poder Real dividiendo a sus enemigos, mostró desde su tierna infancia sus magnificas dotes de gobernante.

Durante su reinado consiguió los límites cristianos hasta el Estrecho de Gibraltar, tras la importante Batalla del Salado contra los benimerines en 1340 y la conquista del reino de Algeciras en 1344, una vez terminado puso todos sus esfuerzos de Reconquista contra el Rey Moro de Granada.

Falleció en el sitio de Gibraltar (26 de marzo 1350) victima de la peste negra, siendo el único monarca de Europa que murió de dicha enfermedad. Su cadáver fue llevado a Jerez de la Frontera donde fue embalsamado y se enterraron sus intestinos en la real Capilla del Alcázar.

Su cuerpo fue llevado a Sevilla y en 1371 fue trasladado a la Capilla Real de la Catedral de Córdoba, donde permaneció durante trescientos años en compañía de su padre Fernando IV el Emplazado.

En 1736 fueron trasladados los restos de Fernando IV y Alfonso XI a la Real Colegiata de San Hipólito de dicha Ciudad, fundado por Alfonso XI en 1343 en conmemoración de la Batalla el Salado, del Estrecho de Gibraltar.

Pedro Sánchez.


jueves, 4 de octubre de 2012

La tercera edad.                                                ¿Como la llevamos?                                                                                                         Me cuenta el abuelo José;  Cuando nos jubilamos decimos ya se acabó el trabajo y los problemas que conlleva el mismo, y a vivir tranquilo, pues no, aparte de las goteras que nos traen locos, un día te duele la cabeza, que si el lumbago, que si el reúma , que si la culebrina, que eso me ha tocado a mí, bueno pero eso lo sobre llevas, si tienes hobbies, si andas, si juegas unas partidas dominó o cartas con los amigos, si te das un paseo por la playa o por la plaza lo llevas perfecta mente.  

                Pero a mí me ha tocado el gordo, “mis tres nietos”, El abuelo se levanta a las siete de la mañana para llevar al mayor que entra a las ocho, después vuelve y recoge a los otros dos que entran a las nueve y esperan que entren en clase que ya te lo recalca muy bien tu hija, no te vengas hasta que veas entrar a los niños en clase,. Bueno, sobre las diez digo ya estoy listo, pues no, ya la parienta te dice, ahora que no tenemos nada que hacer vamos a la plaza y compramos las verduras y frutas, tu le pones mala cara y ella sin tu abrir la boca te dice, “hijo que tu estas jubilado y no tienes nada que hacer”. 

 Ya terminada la vuelta a la plaza y algún que otro escaparate llega la hora de recoger los niños del cole, marchamos a por los más pequeños que salen un cuarto de hora antes que el mayor, terminamos la recogida de los tres, los llevamos a mi casa para que almuercen, y esperan a que los padres terminen el trabajo y los recojan, que también comen en casa y la mayorías de los días también cenan, ahora que están trabajando los dos, que con esto de la crisis un día sí y otro no, están en el paro.                                                                                               

 Por la tarde intento dormir la siesta un poco, pero con lo niños a en la casa, haber quien duerme, que la chica me dice abuelo mi hermano Jóse no me deja ver la tele los dibujitos animados, yo con mucha paciencia le digo, jóse anda y vete al dormitorio mío y ves la tele allí, y que Julia la vea aquí, bueno mientras los convenzo ya al pasado dos horas, la cuestión que nada de siesta. Bueno como lo ven llega la merienda, para los niños porque yo no meriendo, terminada ya está la cena y a dormir, y ya termina el día, y otro y otro….

   ¿Esta es la jubilación que yo esperaba tantos años de mi vida?. Y me dice, y la verdad es que soy muy feliz con ellos y me siento muy satisfecho de llevarlos al cole, ayudar a mis hijos, y mi parienta se siente muy feliz, que antes cuando trabajaba no me veía nada más que por las noches, cenaba y a la cama, así cuarenta y tantos años, y pido a Dios que pueda seguir así hasta el fin de mis días.                                                                                                                       

  El abuelo Pedro.